La Balsa: entre amigos...

La Balsa es un pub, sí; pero es ante todo un sitio de amigos.

No lo planeamos así, no lo pensamos de ese modo, de hecho no conocíamos a nadie; pero así salió, y nos resulta cada vez más maravilloso (y embriagante, en el amplio sentido de la expresión).

Están los amigos de la primera ola, aquellos que llegaron y que jamás se fueron; y aunque a veces tarden en volver sabemos que siempre están allí. Están Rosa y Denisse; David, el dibujito; y el grupo de Jesús (¿por qué Looser?), Cali (¿o era con K?), Angel, Abel, Maricarmen, Joaquín y toda la compañía (ya perdí el número de cuántos son cuando están todos)...

Están los que se fueron incorporando y ya son más que de la casa: Xime, Estela, Julio, Sonia, Carlos, Ivan (es mentira que seas de Monforte), y seguro que ya me recriminarán algún olvido. Son amigazos, de esos que no se encuentran en cualquier sitio.

Están los que fueron conociendo el local y ya son infaltabes, y los echamos tantísimo de menos cuando no vienen, como Tania, Jorge y Fer. Ya merecen una entrada para ellos solos, y la habrá.

Y están los que vinieron de casualidad y, siempre que pueden, repiten: como los chicos de Ourense, los de Santiago y hasta los de Fisterra.

De todos y de cada uno nos acordamos. Por ejemplo de los piratas que nos inundaron la noche de carnaval, haciendo de la balsa un "temible bergantín"... o algo por el estilo; de las que venían directamente de Hogwarts, o los que habían salido de una peli de Coppola o de los que vienen a las tantas, a pedir rock, y "la última y nos vamos, lo prometemos"... de los que piden mojito y nos regalan rosas, pero nos adeudan novelas, los que escriben poesía, o los que recitan Benedetti y Borges mientras suena, por ejemplo, Metallica o Iron Maiden. Sí, así es la balsa.

Y están los más cercanos en el tiempo, los que llegaron hace poco, pero que por proximidad geográfica u otras hierbas extrañas, se nos metieron rápidamente en los bolsillos: Agus, Juli, Leo, Romi, Mica, Juandi, Lucas... Y Lázaro (porque hoy ¡é juuéeeeve!), y Juan.

Y la peña bien rockera: Jose y Emanuel, de los primeros también (siguiendo tradiciones "gariteras"), que están siempre ahí, al pie del cañón, acompañando. Y Hella y Tommy, dos infaltables que siempre se preocupan por la "salud" del pub, y que le ponen, junto con todo el grupo, la mejor onda rockera (pondremos más seguido On Fucking air). Del vasco, y sus cervezas y su pedido de más caña en la música. Y muchos que ahora se escapan de este blog, pero que están de todos modos.

¡Gracias! fundamentalmente por acompañarnos en este camino de la música, y por aguantarnos en buenas y malas. Esas son la vueltas que dan las cosas: sin conocer a nadie abrimos un garito con la simple esperanza de poder pasar la música que nos gusta y que no encontrábamos en otro lugar... y terminamos encontrando muchísimo más que eso: gente entrañable, amigos de hierro, o de buena piedra. Como la balsa.